en mi barca tan sólo una certeza:
la brújula de tu amor.
un día agua fresca en mi garganta
al otro un paraguas para el inminente chaparrón.
Aprendo la maestría de los estribos
rozando mis manos contra las cuerdas.
Aprendo a orientarme en la abierta inmensidad
dejándome llevar por las corrientes de mi intuición.
Eres el mar, eres la tierra,
eres la línea horizontal al final de mi mirada
por donde sale el sol.
Navego bajo el sol en la cascara de una nuez
como el niño que lanzó su ilusión
buscando los vientos que levanten las nubes de tu pasión.
Por las noches navego en tu interior,
alineando las estrellas
que me lleven a al fondo de tu corazón.
Eres el mar, eres la tierra,
eres la línea horizontal al final de mi mirada
por donde se pone el sol.
3 comentarios:
Claro que sí. Viva el amor¡¡¡¡
Olé
¡Que vivan los novios! ¡Que hermosos sois!
Ay! Cuánto amor!!!
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